jueves, 26 de junio de 2014

Argentina en el Mundial FIFA Brasil 2014



Argentina – Bosnia, cualquier hincha albiceleste, antes de que comience el partido, hubiese dicho: “es un trámite”, con una voz sobradora acompañada con un eventual gesto de seguridad en su afirmación.


Si bien el partido no fue como lo plasma el hincha argentino, se consiguieron los primeros 3 puntos. Con un ambiente de inseguridad en el grupo y una formación 5-3-2 ultra-defensiva que ratificaba el sentimiento del grupo frente al debut en el mundial. El partido empezó con un gol en contra que puso a Argentina arriba en el marcador pero no tardó el equipo rival en igualar el marcador y así se fueron al descanso.

La dicha formación duro 45 minutos luego de que, según algunos periodistas, los propios jugadores le pidieron al técnico que cambiara la formación debido a que ninguno se sentía cómodo con la misma. Después de esto Sabella apeló a la formación clásica y con la que mas se identifica la selección. A partir de este cambio el equipo cambió rotundamente y consiguió un ataque mas solido conformado por remates desde todos los ángulos, característicos de la estrategia ofensiva que siempre se uso en casi todas las eliminatorias. Gracias a la nueva táctica le alcanzo al equipo albiceleste para conseguir el triunfo por 2 a 1 con un gol del mejor jugador del mundo por la vía del remate de afuera del área, impactando la pelota en el poste izquierdo del arquero y entrando en la valla.

Argentina – Irán, los hinchas ahora con dudas pero a la vez con la misma alegría de siempre, seguros de que el equipo que tiene Sabella “esta para dar la vuelta”.


El segundo partido, contra Irán, ya  con la formación 4-3-3 y el mismo equipo del segundo tiempo del partido contra Bosnia, daba la sensación que no alcanzaba porque el equipo del medio oriente metió sus 11 jugadores en su campo esperando agazapado un mínimo error de Argentina para dar la contra y fue así como produjeron varias situaciones de gol. Por el lado del grupo de Messi y compañía, jugó como jugó en los amistosos previos a la copa del mundo pero la defesa ultra poblada de Irán inhibió todo intento de ataque.

A medida que se iba cumpliendo los 90 minutos reglamentarios, se aumentaba la preocupación de los futbolistas argentinos de no poder encontrar la vía que los conduzca al gol de la victoria. El árbitro añadió 4 minutos más de adición y a los 91 minutos Lionel Messi consigue el tan buscado gol que, al igual que el partido con Bosnia, lo encuentra a través del remate a media distancia colocando la pelota en el ángulo izquierdo superior del arquero iraní desatando así, la locura del público que estaba expectante por el tanto de algún jugador con la celeste y blanca sobre su pecho.   

Nigeria – Argentina, ya con la clasificación asegurada y con un poco menos de dudas que el partido pasado, los hinchas de a poco se iban convenciendo que el equipo argentino tenía que demostrar la mística que siempre tubo y que con 2 goles en 2 partidos del 10 y capitán del  grupo daba cuenta de que el Mundial de Brasil 2014 era al fin el momento justo para exponer todo ese talento que tantas veces manifestó ante los tantos hinchas catalanes en los muchos estadios de España.   


Si el primer partido de la selección se percibía un ambiente de inseguridad, el partido contra Nigeria era todo optimismo y seguridad, ayudado también por el gol tempranero de Messi poniendo a los argentinos un tanto arriba en el marcador. La alegría duró poco ya que, al minuto seguido, los africanos empataron el partido y el partido volvía a comenzar. Antes de terminar el primer tiempo se lesionó uno de los delanteros indispensables y titulares para Sabella – Sergio Agüero- dejando al técnico obligado a hacer la primera modificación sustituyéndolo por Ezequiel Lavezzi. Este cambio de alguna manera ayudó al equipo levantando anímicamente y dándole fluidez al juego con un delantero mucho más aguerrido y movedizo.

A los 46 minutos Argentina llega de nuevo al gol, un “doblete” del 10 por un tiro libre cerca del área del equipo nigeriano, llendo al descanso ganando el partido. Ni bien comenzó el segundo tiempo el partido se igualó nuevamente por otro “doblete”, esta vez de Musa y dos minutos después Rojo volvió a poner las cosas en su lugar dejando el marcador 3 a 2 a favor del equipo americano, y que con ese marcador cerraría la participación de su conjunto en la fase de grupos en el Mundial.

Si bien Argentina fue de menor a mayor y que poco a poco fue encontrando su juego, el que había demostrado en los partidos amistosos previos a la Copa Mundial, hay que tener en cuenta el contexto en el que se jugó y el objetivo de los rivales frente a la selección con grandes estrellas, cada una en su respectivos clubes.


Contra Bosnia, hay que partir de la base que en el primer tiempo los dos equipos jugaron para defenderse- Argentina con su formación 5-3-2 y los europeos esperando en su campo- y en el segundo tiempo los bosnios salieron a buscar el partido, al igual que los argentinos, exponiendo un partido con varias falencias y descuidos en el sector defensivo de los dos conjuntos.

Contra Irán, vimos una Argentina que, convencida de usar la misma formación del segundo tiempo del partido anterior, fue a buscar el partido desde el minuto 0 y se encontró con los 11 asiáticos metidos prácticamente en su área formando una barrera muy difícil para penetrar y que se consiguió la victoria por un remate de media distancia en el ángulo por una genialidad del mejor del mundo en el minuto 91.


Contra Nigeria, se vio la mejor versión de Argentina en lo que va de la fase de grupo del Mundial. Buscando durante los 90 minutos y terminando con mucho cansancio se encontró a un Lavezzi mucho más dinámico y rápido que Agüero, y que se amoldaba más con las características del equipo. Con las mismas deficiencias en la defensiva que, además que el esquema ultra-ofensivo de Sabella deja muy expuesto ese sector, los defensores que la componen no están a la altura del nivel altísimo de la delantera.